Torne

Sí, ese soy yo, el de la foto, Esteban, Torne para algunos, bebiendo de una de mis grandes pasiones (la cerveza) y disfrutando de un rato con algunos amigos y compañeros tras una buena sesión de cultura mesoamericana.
He pasado por tantos estados a lo largo de mi vida que me sería imposible definirme del todo por muchas líneas de las que dispusiera para hacerlo. Por lo que hoy respecta, se puede decir que me siento afortunado por la vida que llevo, estudiando la carrera que quiero y me gusta, con una feliz pareja a la que amo, con un grupo de amigos que no cambiaría por nada y disfrutando de la estancia en la inspiradora costa malagueña. Después de 18 años viviendo en un pueblo retrogrado, rústico y cerrado, lleno de prejuicios, donde la hostilidad reina a sus anchas y donde la amistad y el afecto son cosas muy difíciles de definir con total certeza, donde los grupos se vuelven sectarios, donde sólo se rigen por la fuerza bruta o la autoridad propia de una mala educación, pueblo que acoge en sus calles a toda clase de yonkis y gente destruida por las drogas duras y la desesperación, lugar donde la droga se vende como tomates y donde todavía se escucha el mítico "¡alto a la Guardia Civil!", mi personalidad se ha tornado férrea ante los problemas, hábil ante la resolución de estos, y me ha dotado de una fortaleza y amor propio de los cuales estoy muy orgulloso y me hacen poder disfrutar hoy día de mi estancia en la ciudad de Málaga.
Sin más, solo espero que les guste lo que puedan encontrar aquí y les invite a la reflexión o al simple disfrute; pues aunque "deberíamos estar estudiando", lo que se esconde entre estas, si se les puede llamar así, páginas, nos enriquece tanto o más que lo estipulado al temario por una institución gubernamental.
Un abrazo y ¡paz!

Torne